¿Escuelas Infantiles 24h?

BIENESTAR INFANTIL Y LA CONCILIACIÓN REAL

Imagen obtenida de "Galicia Confidencial"

Recientemente, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha planteado la creación de escuelas infantiles abiertas las 24 horas del día como una medida para mejorar la conciliación laboral y fomentar la igualdad.

Como educadora infantil, considero que esta propuesta, aunque bien intencionada, está lejos de cumplir con dichos objetivos. De hecho, su implementación podría traer graves consecuencias para el desarrollo de los niños y perpetuar desigualdades estructurales. En esta entrada te explico por qué:

¿Conciliación laboral o una solución parche?

Abrir centros infantiles con horarios extendidos no aborda el problema de fondo: la falta de políticas reales de conciliación laboral. Es una solución que responde a las exigencias del mercado, no a las necesidades de las familias. La verdadera conciliación requiere reducir las jornadas laborales, fomentar el teletrabajo y garantizar permisos parentales que permitan a los progenitores estar presentes en los momentos clave del desarrollo infantil.

Diversos estudios han demostrado que las jornadas laborales extensas y la falta de flexibilidad perjudican la calidad de vida familiar. Un informe de la Comisión Europea (2019) destaca que las políticas de conciliación más efectivas son aquellas que reducen la carga horaria de los padres y promueven la corresponsabilidad en el hogar.

¿Contribuye a la igualdad o perpetúa desigualdades?

El feminismo busca, entre otros objetivos, dignificar los roles relacionados con los cuidados y reconocer su valor social. ¿Facilitar la institucionalización prolongada de la infancia dignifica estos roles? En mi opinión, no. Esta medida externaliza todavía más el cuidado infantil, dejando la carga emocional y educativa en manos de terceros en lugar de promover políticas que valoren el tiempo que las familias necesitan para criar.

Feminista sería promover jornadas laborales flexibles, permisos parentales más amplios y remunerados, y condiciones que permitan a las familias cuidar a sus hijos, en lugar de delegar esta responsabilidad durante horarios insostenibles como ya he comentado anteriormente.

Es fundamental transformar las condiciones laborales para que la crianza no sea una barrera para el desarrollo profesional de las mujeres. La Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018) subraya que las políticas de cuidado infantil deben centrarse en la calidad y la estabilidad, enfatizando la importancia de entornos que promuevan el desarrollo integral de los niños y apoyen a las familias trabajadoras. Y con esto, doy paso a la siguiente cuestión.

Este tipo de medidas podría acentuar las desigualdades sociales ya que es probable que las familias que más recurran a estos servicios sean aquellas con menos recursos económicos y laborales, perpetuando la falta de tiempo para la crianza y el fortalecimiento del vínculo afectivo con sus hijos. En lugar de cerrar estas brechas, se corre el riesgo de que las familias con menos recursos se enfrenten a un sistema que delega completamente la crianza en las instituciones. Las instituciones que por cierto, llevan años reclamando cambios en la legislación Educativa. Pero, la cuestión más importante es ¿Cómo impactaría todo esto en los niños y niñas?

Impacto en el desarrollo infantil

La ciencia es contundente respecto al papel central del apego seguro en los primeros años de vida. Según Bowlby (1988), el vínculo afectivo temprano con los cuidadores principales es crucial para el desarrollo emocional, social y cognitivo. La separación prolongada puede generar inseguridad y afectar el desarrollo socioemocional de los niños.

Un artículo de la revista Pediatría Integral resalta que esto no sólo es cierto, sino que es vital para el desarrollo sano de los menores (Moreno, 2013). Asimismo, investigaciones recientes publicadas en Scielo Chile destacan que las rutinas estructuradas y el contacto continuo con los cuidadores principales son fundamentales para reducir la ansiedad infantil y fomentar el desarrollo integral (González & Sáez, 2018).

Investigaciones recientes han demostrado que la falta de estabilidad en los cuidadores principales aumenta el riesgo de problemas emocionales y conductuales en los niños (Smith et al., 2020). 

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) recomienda que los niños menores de cinco años tengan rutinas estables y momentos de descanso adecuados, lejos del estrés de horarios extendidos.

¿Y el respeto a la infancia?

Esta propuesta parece olvidar algo esencial: la infancia merece un respeto profundo y políticas públicas diseñadas desde el conocimiento y la sensibilidad hacia esta etapa crucial. Las primeras etapas de vida son fundamentales, no solo por lo que ya he argumentado en el anterior párrafo. Según Shonkoff y Phillips (2000), los primeros años de vida representan una ventana única de desarrollo, en la que las experiencias tempranas tienen un impacto significativo y duradero en el cerebro en formación.

En este sentido, ampliar excesivamente los horarios de escolarización parece ser una medida que no respeta las necesidades de los niños, sino que prioriza las demandas del mercado laboral. 

Conclusión: Reflexión personal

Proponer guarderías abiertas las 24 horas no es una solución, no fomenta una conciliación laboral real ni lucha contra las desigualdades sociales. Más bien, perpetúa un modelo económico que ignora las necesidades de las familias y los derechos de los niños.

En lugar de crear medidas que externalicen aún más el cuidado infantil, deberíamos exigir políticas que prioricen la presencia familiar en los primeros años de vida. La crianza no puede ser tratada como un servicio más: es el núcleo del desarrollo humano.

Esta noticia me ha indignado profundamente porque me ha parecido una falta de respeto para los profesionales de la Educación que llevan años luchando por cambiar las políticas educativas en España, especialmente, para las educadoras y educadores infantiles que se manifestaron en 2024 por un convenio justo y fueron ignorados completamente, por las familias que confían en el Gobierno para poder seguir saliendo adelante con todos los problemas que llevamos arrastrando como la subida de los precios en los supermercados, la dificultad para encontrar una vivienda digna y, como es en mi caso, la impotencia del mercado laboral que tanto está dañando la salud mental y obligando a tantas personas a emigrar a países como Suiza para poder tener una vida normal.

Yolanda Díaz habla de "tareas pendientes", estoy de acuerdo con ella en qué tienen muchas que gestionar. 

Esto no va de colores de partidos políticos. Va de un país lleno de talento, de historia, de cultura, de resiliencia...  con personas que tienen más cosas en común de lo que parece, ya que en los últimos años nos hemos puesto más etiquetas que nunca. Creo que todos, independientemente de las etiquetas que nos hayan asignado o con las que nos identifiquemos, queremos lo mismo: medidas que beneficien al desarrollo de nuestra sociedad.

Referencias

• Smith, J., Brown, L., & Lee, K. (2020). Impact of caregiver consistency on child development: A longitudinal study. The Lancet, 395(10221), 123-131.

• Organización Internacional del Trabajo. (2018). Cuidado infantil y trabajo: Hacia políticas integradas para el desarrollo sostenible. Ginebra: OIT.