Instalaciones artísticas en Educación infantil
INSTALACIONES ARTÍSTICAS EN EDUCACIÓN INFANTIL
Las instalaciones artísticas son propuestas espaciales y sensoriales que combinan materiales, luz, sonido, movimiento y/o color en una composición diseñada para ser habitada y modificada por los niños y niñas. A diferencia de una obra de arte tradicional —estática, para ser contemplada—, una instalación artística es una experiencia inmersiva y abierta a la interacción.
En las escuelas infantiles, estas propuestas surgen como escenarios de juego simbólico, investigación y expresión, sin una finalidad única o cerrada. No hay una "manera correcta" de explorar la instalación. Cada niño y niña la vive de forma personal, según su momento madurativo, intereses y forma de estar en el mundo.
UNA PROPUESTA CON FUNDAMENTO PEDAGÓGICO
En primer lugar, responden a una visión de la infancia como protagonista activa de su aprendizaje, una idea sostenida por las corrientes más innovadoras de la educación contemporánea (Malaguzzi, 1996).
Inspiradas por propuestas como Reggio Emilia, estas instalaciones se basan en una concepción del espacio como “tercer educador” (Ceppi & Zini, 1998). El entorno se prepara intencionadamente para favorecer la autonomía, la investigación y la expresión.
Desde el punto de vista del desarrollo infantil, las instalaciones estimulan competencias clave:
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Sensorialidad y motricidad: los materiales diversos y las posibilidades de manipulación favorecen la coordinación y el desarrollo sensorial.
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Lenguaje y comunicación: los niños ponen palabras a lo que sienten, piensan y hacen, compartiendo la experiencia con otros.
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Creatividad y pensamiento divergente: no hay una única forma de interactuar, lo que fomenta la imaginación y la capacidad de tomar decisiones.
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Regulación emocional: la interacción libre y estética facilita el contacto con el mundo emocional, en un ambiente cuidado y sin juicios.
Como señala Vecchi (2010), “la estética en la educación no tiene que ver solo con lo bonito, sino con el modo en que se construye sentido y se conecta con el mundo”.
¿CÓMO SE LLEVAN A CABO EN LAS ESCUELAS INFANTILES?
Diseñar una instalación artística no requiere grandes recursos, pero sí una mirada atenta, sensible y reflexiva por parte del equipo educativo. Generalmente, el proceso sigue estas fases:
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Observación del grupo: detectar intereses, momentos emocionales o temáticas que pueden guiar la propuesta (por ejemplo, el invierno, los colores, el cuerpo…).
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Selección de materiales: naturales, reciclados, con texturas, sonidos, luces… La combinación debe ser estética y coherente con la propuesta.
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Organización del espacio: el ambiente se transforma para acoger la instalación. Puede implicar luz tenue, música ambiental, distribución diferente de los elementos.
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Acompañamiento respetuoso: se invita al grupo a entrar, observar, explorar… sin directrices cerradas. La presencia del adulto es discreta, disponible, sin dirigir.
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Documentación del proceso: se recogen imágenes, palabras, acciones… para visibilizar los aprendizajes y compartirlos con las familias.
Las instalaciones suelen mantenerse durante varios días o semanas, permitiendo nuevas exploraciones, reconstrucciones o adaptaciones. En el último centro en el que he estado, se disponía la mitad del gimnasio del centro para llevarlas a cabo con el alumnado de infantil.
¿SE PUEDEN HACER EN CASA?
¡Sí! Las instalaciones también pueden formar parte como una propuesta especial para un fin de semana, una tarde de lluvia o un cumpleaños diferente. Algunas ideas sencillas para empezar:
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Instalación de luz y sombra: con linternas, telas translúcidas y objetos opacos.
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Instalación de materiales naturales: piñas, piedras, hojas, ramas… en una base de tierra o arena.
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Instalación sensorial de reciclaje: tubos, tapones, cartones, papeles arrugados, cajas, cuerdas… organizados por colores o tamaños.
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Instalación sonora: botellas con arroz, cascabeles, metales colgantes, cuencos de agua y cucharas.
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Instalación monocromática: elegir un color y reunir objetos de esa gama para invitar al juego libre.
Lo importante no es la espectacularidad, sino la intención educativa, la mirada respetuosa y el tiempo compartido. Como explicaba antes, en mi último centro las llevaban a cabo, algunas ideas fueron; llenar el espacio de papel de periódico, utilizar globos de diferentes colores, forrar el espacio y los muebles de blanco y proporcionar pintura o pegatinas de colores...
UN ESPACIO DONDE VIVIR EL ARTE
Las instalaciones artísticas nos recuerdan que el arte no está separado de la infancia, ni reservado a las galerías. Cuando entra en la escuela o en casa, el arte se convierte en lenguaje, en experiencia y en vínculo. Es una oportunidad para que los niños y niñas piensen con las manos, hablen con el cuerpo y conecten con sus emociones.
Crear estos espacios es también una forma de cuidar. Cuidar el entorno, la relación con los demás y la mirada hacia la infancia.
REFERENCIAS
Ceppi, G., & Zini, M. (Eds.). (1998). Children, spaces, relations: Metaproject for an environment for young children. Reggio Children.
Malaguzzi, L. (1996). The hundred languages of children: The Reggio Emilia experience in transformation. In E. C. Edwards, L. Gandini, & G. Forman (Eds.), The hundred languages of children: The Reggio Emilia approach to early childhood education (pp. 3–10). Ablex Publishing.
Vecchi, V. (2010). Art and creativity in Reggio Emilia: Exploring the role and potential of ateliers in early childhood education. Routledge.
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