DÍA MUNDIAL DE LA VIDA SILVESTRE: PROPUESTAS EDUCATIVAS PARA FOMENTAR EL CUIDADO DEL MEDIOAMBIENTE DESDE LA EDUCACIÓN INFANTIL
El Día Mundial de la Vida Silvestre, celebrado cada 3 de marzo, es una oportunidad para que niños y niñas aprendan sobre la biodiversidad y la importancia de cuidar el medioambiente. En la educación infantil, este tipo de actividades contribuye a desarrollar una conexión profunda con el entorno natural, ayudando a que los más pequeños comprendan su papel en el mundo. Además, el aprendizaje temprano sobre estos temas tiene un impacto significativo en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños (Shonkoff & Phillips, 2000).
Teniendo en cuenta que los niños aprenden de manera más efectiva cuando se les ofrecen experiencias multisensoriales y concretas, conectadas con su entorno inmediato, en esta entrada he desarrollado varias actividades que no solo desarrollan su curiosidad, sino que también fomentan el respeto por el cuidado del planeta.
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0-1 AÑO: EXPLORACIÓN SENSITIVA Y DESARROLLO COGNITIVO
A esta edad, el aprendizaje se centra en la exploración de los sentidos. El contacto con el entorno natural, aunque sea de forma indirecta, fomenta el desarrollo de habilidades sensoriales, cognitivas y emocionales. Según estudios en neurociencia cognitiva, el contacto temprano con la naturaleza ayuda a crear redes neuronales que refuerzan el aprendizaje de conceptos más complejos más adelante (Bruer, 2006).
Actividades:
Cesta de los tesoros naturales
- Materiales: Cesta, piñas, hojas secas, ramitas, conchas, piedras suaves.
- Cómo hacerlo: Coloca diferentes elementos naturales dentro de una cesta y deja que el bebé los toque, huela y observe. Puedes preguntarles:
"¿Esta piña es suave o rugosa?"
"¿De qué color es esta hoja?"
"¿Huele diferente esta flor a esta otra?"
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Sonidos de la naturaleza
- Materiales: Grabaciones de sonidos de la naturaleza (pájaros, viento, lluvia).
- Cómo hacerlo: Reproduce sonidos de la naturaleza y observa cómo reaccionan. Puedes hacer preguntas como:
"¿Qué sonido oyes? ¿Te gusta?"
"¿Qué animal crees que hace este sonido?"
- Adaptación a la diversidad: Utiliza sonidos suaves para bebés sensibles a ruidos fuertes. Esta actividad también se puede realizar con familiares que imiten los sonidos de la naturaleza, lo que favorece la interacción social y el aprendizaje conjunto.
1-3 AÑOS: CONOCIENDO LOS ANIMALES Y SU HÁBITAT
En esta etapa, los niños comienzan a reconocer animales y lugares, y desarrollan una comprensión más concreta de su entorno. Las actividades de clasificación y observación ayudan a los niños a conectar ideas y conceptos, lo que favorece su desarrollo cognitivo.
Actividades:
Cuentos y canciones sobre la naturaleza
- Materiales: Libros sobre animales, canciones con ritmos y sonidos.
- Cómo hacerlo: Lee cuentos como ¿A qué sabe la luna? o canta canciones sobre animales. Mientras lees o cantas, haz preguntas:
"¿Qué animal es este? ¿Dónde vive?"
"¿Por qué crees que este animal necesita un lugar especial para vivir?"
- Adaptación a la diversidad: Utiliza libros con imágenes grandes y colores vivos para niños con dificultades visuales, o cuentas los cuentos de manera más interactiva con gestos y sonidos, lo que puede atraer a niños con dificultades de atención.
Juego de clasificación: Animales y hábitats
El juego de clasificación y las actividades narrativas estimulan la memoria visual y la capacidad de categorización, lo cual es fundamental para el desarrollo del pensamiento lógico (Arias et al., 2019).
- Materiales: Imágenes de animales, imágenes de hábitats (bosque, mar, desierto, etc.).
- Cómo hacerlo: Muestra imágenes de diferentes animales y pídeles que los ubiquen en su hábitat correspondiente. Por ejemplo:
"¿Dónde vive el león? ¿En la selva o en el mar?"
"¿Qué animales viven en el agua?"
- Adaptación a la diversidad: Para niños con dificultades cognitivas, simplifica las imágenes y las opciones de hábitat. Además, puedes utilizar modelos tridimensionales de animales para que los niños toquen y manipulen mientras clasifican.
3-6 AÑOS: CUIDADORES DEL PLANETA Y APRENDIZAJE ACTIVADO
A esta edad, los niños pueden empezar a comprender conceptos más abstractos sobre la conservación y el impacto humano en el medio ambiente. Las actividades activas y basadas en proyectos fomentan el desarrollo de habilidades sociales, de resolución de problemas y de pensamiento crítico.
Actividades:
Proyecto "Cuidamos la vida silvestre"
- Materiales: Imágenes de animales en peligro de extinción, cartulina, rotuladores, materiales reciclados.
- Cómo hacerlo: Explica a los niños que algunos animales están en peligro y pueden desaparecer si no los cuidamos. Pregunta:
"¿Sabías que el oso polar está en peligro? ¿Qué podemos hacer para ayudarlo?"
"¿Por qué es importante que cuidemos a los animales y plantas?"
Puedes realizar un mural en clase o en casa con dibujos de los animales y acciones que los niños creen para protegerlos. Este tipo de actividad fomenta el desarrollo de valores como la empatía y la responsabilidad (Simmons et al., 2022). Las familias pueden participar añadiendo ideas sobre cómo cuidar la vida silvestre en su comunidad.
Excursión a la naturaleza
Las excursiones y el aprendizaje basado en proyectos activan múltiples áreas cerebrales relacionadas con la curiosidad, el razonamiento lógico y la toma de decisiones (Resnick et al., 2006). Además, el contacto con la naturaleza promueve el bienestar emocional, reduciendo el estrés y favoreciendo la creatividad (Berman et al., 2012).
- Materiales: Ropa cómoda, lupa, cuaderno de observación, cámara.
- Cómo hacerlo: Lleva a los niños a un parque o a un entorno natural cercano y observa juntos la flora y fauna. Haz preguntas para fomentar la observación:
"¿Qué animales ves por aquí?"
"¿Cómo crees que las plantas crecen en este lugar?"
"¿Por qué algunos árboles son más grandes que otros?"
- Adaptación a la diversidad: Para niños con dificultades de movilidad, organiza paseos más cortos o permite que observen la naturaleza desde un lugar accesible, como un banco o una zona libre de obstáculos.
CONCLUSIÓN
El Día Mundial de la Vida Silvestre nos brinda una oportunidad única para sembrar en los más pequeños la semilla del amor y respeto hacia la naturaleza. A través de actividades sencillas pero significativas, podemos enseñarles a comprender que son parte fundamental de un ecosistema más grande, y que sus acciones tienen un impacto directo en el mundo que les rodea. Este tipo de actividades no solo impulsan el aprendizaje ambiental, sino que también favorecen su desarrollo cognitivo, emocional y social, al involucrarles en experiencias multisensoriales que activan su curiosidad y empatía.
Es especialmente importante promover estas experiencias en niños y niñas que pueden estar más alejados de la naturaleza, pues les brinda una conexión vital con su entorno. Como he mencionado en entradas anteriores, el contacto con la naturaleza no solo es un recurso educativo invaluable, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud física y emocional, tanto para los niños como para los adultos que los acompañan en su aprendizaje.
Además, en un momento en el que la contaminación, el desajuste climático y los riesgos para la fauna y flora de nuestro planeta crecen cada vez más, es esencial trabajar estos valores desde las primeras etapas de la vida. A medida que los niños y niñas interiorizan el respeto por el medio ambiente, están mejor preparados para convertirse en ciudadanos responsables y comprometidos con el futuro de nuestro planeta. Nunca es demasiado temprano para enseñarles que el cambio empieza con ellos, y ese cambio, tan necesario hoy en día, puede ser el primer paso hacia un mundo más sostenible y saludable.
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Referencias
Arias, P., et al. (2019). La importancia del juego simbólico en el desarrollo infantil. Revista de Psicología Infantil, 34(2), 112-125.
Berman, M. G., et al. (2012). The cognitive benefits of interacting with nature. Psychological Science, 23(12), 1377-1384.
Bruer, J. T. (2006). The myth of the first three years: A new understanding of early brain development and lifelong learning. Free Press.
Shonkoff, J. P., & Phillips, D. A. (2000). From neurons to neighborhoods: The science of early childhood development. National Academy Press.
Simmons, K., et al. (2022). Promoting environmental stewardship through education. Environmental Education Research, 28(3), 315-330.
Resnick, M., et al. (2006). Design principles for tools that support the development of learners’ intellectual tools. Journal of the Learning Sciences, 15(4), 479-508.
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